Se le regalo el titulo de la Supercopa a Nacional
Enzo Martinez
En un primer tiempo para el olvido, donde ni uno ni otro generaron fútbol, apareció
Peñarol en el segundo tiempo y en el alargue para merecer llevarse la Supercopa en
su edición número dos.
Pero los méritos no cuentan en esto del fútbol, sabíamos que eramos más y nos lo
creímos a tal punto que cuando quisimos ganar no pudimos o no supimos.
Ellos que como empezaron terminaron, defendiendo, mordiendo cada pelota, hacien-
do faltas contínuas y a no ser el gol sin ninguna chance más, aunque me cueste decir-
lo son los justos campeones. Porque asumieron su rol de dominados e hicieron su jue-
go y a la postre les dió resultados.
El segundo tiempo y los dos alargues fueron un monólogo aurinegro, pero la clave de
este juego es que hay que meterla en el arco, más veces que el contrario, y eso no suce-
dió, es verdad que el arquero de ellos sacó no menos de cuatro goles, pero para eso está.
Por momentos Peñarol volvió a ser aquel del encaprichamiento, Fernández se puso como
tantas veces el balde en la cabeza, Estoyanoff volvió por sus andadas caprichoso, solo
pensando en él y nada más que en él.
Hubo cosas positivas, como que el juego lo dominamos nosotros y supimos hacerlo, pun-
tos muy altos de rendimiento, justamente donde se tienen dudas. Enzo Martinez fue un
baluarte, de arriba de abajo, jugando muy bien, Giovanni otro punto altísimo desbordó
una y mil veces por su lateral, que se yo en general a no ser Fernández y el Lolo todos
hicieron un buen partido.
Se notó la ausencia de Diego López, falto alguien que serenara las ansias de ganar.
Ojalá esto nos sirva de escarmiento, que no se ganan los partido por ser mejores, se ganan
en la cancha, y ahí no supimos y ellos con nada si supieron.......
Manyas y Carboneros
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar...